Son cosas mías...

miércoles, 10 de febrero de 2010

Maldito terremoto!

Tan tranquilo como ajeno vivo de espaldas al mundo. Mi vida, en este lado de la esfera, es plácida y casi perfecta. El puñetero coche me manda al taller más de lo que deseara y, también es verdad, no es el que más me gusta. En cuanto pueda lo cambio. Total, otra letra.
Me levanto cada mañana, compro el pan y desayuno. Paseo hasta el trabajo, donde echo mis horitas y tan contento. Al salir a mediodía, cervecita en el bar de turno. Llego a casa y a comer. Allí coincido con mis hijos, que recien llegan del colegio. Son mis dos tesoros benditos, bien sabe Dios, que por ellos daría la vida. Que no les falte de nada. En los últimos Reyes casi no saben a donde mirar, de tanto regalo. Las Nike, la play o la nintendo, PSP, ordenador, internet... Son mis dos tesoros benditos. El fin de semana toca fútbol. No falto a ningún partido. Soy tan feliz en mi mundo...
Pero maldita mi suerte!, ayer puse la televisión. No tuve otra hora de hacerlo y me topé con el telediario. "¡¡Terremoto en Haití!!", es el titular de todas las cadenas. Haití, Haití... El caso es que me suena. ¿Eso no está por donde Sadam y el petroleo?. Anda!, ¿en el caribe?. Cerca de Punta Cana. Que buenas vacaciones me pegué... No se cuantos miles de muertos, medio país debastado. Se ven las criaturitas medio sepultadas entre los escombros. Se me ha puesto el cuerpo malo. Hay niños entre los muertos. Pon los deportes, rápido. Aquí también lo están dando. Haití, en pleno Caribe. A pocos kilómetros de EE.UU. Haití, el país más pobre del continente americano y una de las rentas per capita más bajas del mundo. El 80% de su población vive bajo el umbral de la pobreza y dos tercios de ella es dependiente del sector de la agricultura y la pesca, tradicionalmente organizado en pequeñas explotaciones de subsistencia , fragilizadas por la carencia y empobrecimiento del suelo disponible, y de la ayuda exterior. Joder!, pues si que están mal allí. Dicen todas las noticias que casi no tienen para comer y que son casi todos pobres... Ya se me quitaron las ganas de cenar. Será posible... Con lo agusto que estaba yo tan ajeno a todo. ¡¡Maldito terremoto!!.

6 comentarios:

  1. Me ha encantado!!. Felicidades por el post.

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena querido hermano!!. Excelente eres !!

    ResponderEliminar
  3. La ironía es un aditamento que tiene tanto más efecto cuanto más sutil es. La cantidad de aderezo en tu caso me pareció exquisita.

    un saludo

    ResponderEliminar
  4. La felicidad de la ignorancia que decía uno que yo me sé.
    Si tu blog sigue así, te veo publicando un libro..."ensayos blogueros". Muy buen cuidado el estilo, gachí.

    ResponderEliminar