Son cosas mías...

lunes, 16 de enero de 2012

PRINCESA





La fecha estaba fijada en el calendario desde hacía no mucho pero en mis ganas hacía bastante tiempo que flotaba el acontecimiento de ayer. El Bautismo de Sara empezó hace muchos meses cuando Manuel y Elena nos dijeron que esperaban una nueva hija, que la llamarían Sara y que querían que Maribel y yo fueramos los padrinos. Suena bien y sienta aún mejor.
Ayer se bautizó mi ahijada en la iglesa de San Vicente, dónde mismo lo hizo su hermano y donde mismo se casaron sus padres. La luz era tenue, casi de velas y cirios únicamente. Solo estabamos familiares y unos pocos amigos. Fue todo tan íntimo, tan personal que no paré de sonreir en ningún momento, aunque por fuera pudiera estar serio. Ella estaba preciosa, conforme, tranquila, segura. Como suele pasar en estos casos, el día fue muy estresante y pasó volando. La celebración en El Viso, con toda la familia y los amigos ya. La comida, la bebida, los regalos. También era el cumpleaños de Daniel.

Cuando me he levantado esta mañana tenía una sensación de melancolía inusual. Fue un día tan especial, tan emocional, tan esperado y deseado. Un día tan fraternal, real e intenso. Hoy solo me queda el recuerdo eterno de un momento fugaz, pero es tan suficiente que no necesito nada más. Ni fotos, ni videos, ni anécdotas. Ni siquiera nombrarlo más. El placer extremo del recuerdo. Ahora, Sara es cada día de un presente inocente y bello que no es preciso evocar, pues está sucediendo. Solo se disfruta. Un beso ahijada. Te quiero.

viernes, 23 de septiembre de 2011

SANTO PINOCHO

No me considero un experto en mentiras, del poder que tienen y del daño que producen, sobre todo al que las cuenta. Pero si se que por mucho que las repitamos, las mentiras son mentiras siempre. Aunque es verdad, que a fuerza de repetir algunas, terminamos por verlas como una verdad intratable. Aún así, siguen siendo una gran mentira.
De entre todas las que existen, hay una que me llama la atención. Es mentira que haya que hacer cosas que no nos gustan. Es una de las mentiras más rastreras que hay. Es la mentira que nos obliga y la mentira que nos agria hasta la dulce necesidad de hacer lo que nos venga en ganas. Mentira podrida que tengas que acudir a tu mierda de trabajo con la cara partida cada mañana o ir a buscarlo como un mendigo por la calle. No es verdad que tengas que saludarme y ponerme buena cara, ni preguntarme com estoy. Es mentira que tengamos que llevarnos bien. La mentira mas absoluta es la que nos contaron sobre el deber y el hacer. ¡Un carajo! Como alguien me descubrió alguna vez, aquí se viene a jugar. Mentira que haya cosas que hacer aunque no nos gusten. Ni tu mamá ni la mía lo saben porque también a ellas le contaron la misma mentira y te la repiten con el gesto serio para que te apliques. MENTIRA!! Grítalo fuerte conmigo para que se enteren todas las personas de este maravilloso planeta. Se acabó hacer lo que le de la gana al resto, lo que diga la lógica, esa malvada losa que no tiene cara y se ríe de la mía. No contad conmigo. Ni pienso decirle a nadie lo que debe hacer ni pienso permitirle a nadie, ni a mi mismo, que me digan lo que debo hacer.


Así que la pregunta es la siguiente: ¿qué te apetece hacer hoy?. La mentira más amarga de la Historia acaba de desaparecer.

jueves, 26 de mayo de 2011

SOL


He escuchado de una voz, casi centenaria, que los españoles somos expertos en meteorología y en enfermedades. Yo añado y en fútbol...
Hoy que llueve, que el caracter se nos agria por el cambio repentino del tiempo, quiero desearte que salga el Sol para ti.
Deseo que salga el Sol para todas aquellas personas que la preocupación se los come. Si como yo, te equivocas más de lo que aciertas, deseo que para ti salga el Sol. Qué de horas de sueño tiradas a la basura.
Deseo que salga el Sol para los que sufren, para los que la angustia forma parte de su día a día. Que la pena te deje en paz y se te aclare la vista.
Que salga el Sol para ti, que te consumes en el miedo de no saber qué hacer con tu vida, como si ella no lo supiera ya.
Para los que cumplen condena, los presos y los funcionarios, porque de la cárcel se sale, aunque no la dejes nunca. También para ellos deseo que salga el Sol.
Que salga el Sol para los parados y los no tan parados. El movimiento se demuestra andando y quedan pasos por inventar.
Deseo que el Sol te ilumine también a ti, que manchas tus manos a base de golpes y vendes tu alma que se te escapa por la boca en forma de insultos y amenazas. Si, también para ti deseo que de una vez salga el Sol.
Sol para las personas que llevan demasiado tiempo viviendo entre las sombras, esas que no te dejan mostrarte tal como eres y que dan tanto frío. Que la luz del Sol te saque de ellas y disfrutes, de una vez, de lo que quieras ser en la vida.
Que salga el Sol para los desolados, los que lo perdieron todo y no encuentran explicación en nada.
Sol para cada día de tu vida en la calle. Que no te falte su luz ni una sola noche.
Deseo que salga el Sol para los que se sienten perdidos, que todos nos hemos sentido alguna vez en ningún sitio.
Que salga el Sol para los que no están y para los que se quedaron aquí. Sol para lo que les venga y Sol para no olvidarlos.
Deseo que salga el Sol para ti, tú que no olvidaste mirar al que está a tu lado, que no te creiste lo del "sálvese quien pueda" y estiraste tu brazo con la mano abierta tanto como el alma.
Sol para el insolidario. Deseo con todas mis fuerzas que salga el Sol para ti, que te bañe la cara y te abra los ojos.
Que salga el Sol para tus pies descalzos. Que no te abandone nunca y que te traiga hasta donde sea que navegues jugándote la vida.
Y por supuesto, que salga el Sol para los que no creen en el Sol.

Calienta el corazón y da luz a la vida, aunque estén cayendo palanquetas de punta. Que salga el Sol en tu alma y en la mía. Que no nos falte ni un rayito.

jueves, 24 de marzo de 2011

DEVORANDO LA RUTINA


La comodidad de moverme únicamente por donde conozco, o el miedo a lo nuevo. La rutina como compañera de viaje alarga los días y los deja sin sentido. Como si supiera lo que va a ocurrir mañana, adelanto cada uno de los movimientos de la jugada. Después me extraño cuándo un momento del día me parece haberlo vivido ya antes. No me lo parece. Ya lo pensé ayer, imaginando por adelantado lo que el día me iba a deparar.

Me he propuesto darle esquinazo a lo previsto. No hacen falta GRANDES cambios. He descubierto que las pequeñas cosas pueden ser importantes. Sentarme en otro sofá. Comer en otro lado de la mesa. Recorrer otras calles para llegar a mi destino. Cepillarme los dientes en la cocina.. Y así cada cosa "tonta" que se me ocurre. Es interesante ver, como, con la práctica, cada día aparecen cosas nuevas.

A veces, salir de lo cotidiano me da pereza pero con este simple ejercicio, me descubro mucho más abierto a lo que surja. El "Dios proveera" de los creyentes. Hace un par de sábados disfruté de un almuerzo con unos amigos. Son los amigos con los que, a pesar de haber mucho aprecio, menos comparto dentro de la pandilla. Si tengo que llamar a alguien para una cerveza, seguramente no los llame a ellos, o si. Pero, finalmente, son amigos con los que me lo pasé muy bien. De esos momentos en los que te sientes a gusto. De los que te alegras de haber ido. Con abrazos apretados y besos en la cara. Fué un día extraordinariamente común, almorzar con amigos, y escandalosamente extraordinario.

Hasta aquí hemos llegado.


lunes, 28 de febrero de 2011

AVAT

Sería imposible irme sin dedicaros al menos esto. Algunos lo vais a entender, otro no lo espero.
Las últimas semanas han sido personalmente muy complicadas. Hasta ahora siempre he cambiado de trabajo porque quería y tenía la posibilidad. Nunca me había sentido realmente identificado con la empresa donde estuviera, al menos lo suficiente como para que me costara irme. En esta etapa ha sido todo diferente. Trabajar con personas siempre fue lo que me gustó y en la Asociación lo he hecho en los últimos 4 años. Desde que llegara en enero de 2007, con toda la ilusión del mundo, hasta febrero de 2011.
Creo que fue Charles Chaplin quien dijo que hay que intentar ser feliz en el trabajo porque es donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. No puedes dejarlo para cuando acabas la jornada laboral. Yo en AVAT en sido MUY FELIZ. A pesar de los pesares, yo en mi trabajo he sido muy feliz. He sido muy feliz y se lo debo a la gente con la que he trabajado y para la que he trabajado. Lejos de las puñaladas, la envidia, los abusos, las malas palabras, yo he vivido en un trabajo rodeado de respeto, cariño, profesionalidad, apoyo, comprensión y relaciones amistosas. Algunos y algunas se jubilan sin encontrar esto. Yo lo he hecho con 20 y tantos años. Ya he tenido esta sensación en otra parcela de mi vida. Yo he encontrado y disfrutado algo que hay quien no tiene la suerte de conocer nunca.
En este artículo no voy a dejar sitio para los reproches.
Como tampoco para las despedidas. Ya he tenido que pasar el mal trago cara a cara. No voy a despedirme de nadie, porque no pienso irme ni después de que consigan cerrarlo. AVAT, la Asociación de Ayuda al Toxicómano, no ha sido solo mi trabajo. Ha sido mi vida.
Pero en estas pocas letras si quiero dejar un hueco para el recuerdo. Ahora que dejo AVAT (como si eso fuera posible) no puedo dejar de pensar en ti. Te llevaste parte de mi alma, que me la ganaste en cada rato que pasé contigo. Muchas noches, te monto en mi coche y te llevo lejos. Quiero volver atrás y ya no puedo. Siento mucho lo que pasó y no termino de aprender a vivir con ello. Tu triste final es mi penitencia y te juro que a veces te sueño. ACA te sigo echando de menos.


Es muy difícil decir todo lo que pienso y siento. A todas las que compartisteis esta etapa conmigo, GRACIAS.

Avanzar con los pies descalzos

Viviendo una realidad que muchos evitan

Acompañado de mujeres que sin ser mi madre me han dado vida

Trabajando con la ilusión de quien cree en lo que hace.


A Manoli, David, Belén, Cristina, CAROLINA, MARÍA P., MARÍA G. y ROSARIO.
A todas las personas que han estado ahí.

domingo, 20 de febrero de 2011

UNA SEMANA COMPLICADA


Sal

En un mundo desabrido,
nos dices que no seamos
sal sin sabor,
que sólo sirve
para ser pisada,
como octavillas publicitarias
repartidas por la calle,
que se miran un segundo
y se caen de las manos
porque no interesan a nadie,
basura por las aceras
bajo los pies que siguen
la rutina cotidiana.

Sal sin exceso:
sin ser los protagonistas
que secuestran las miradas,
sin imposiciones
que abruman con suficiencia,
sin perseguir a la gente
con poder o con astucia.

Sal sin defecto:
que no se esconda
por miedo a perderse,
ni se deje devaluar
por la tibieza,
ni renuncie, por orgullo,
a mezclarse con la gente
que traga sinsabores.

Nos invitas a ser
sal de la pascua,

que desaparece
en la comida humana
que nadie percibe
en su justa presencia,
y que sólo los despiertos
la descubren resucitada
con el sabor exacto
de cada existencia.

Benjamín González Buelta,
En el aliento de Dios

domingo, 9 de enero de 2011

CADA UNO DE LOS DÍAS


Han sido mucho los días que hemos pasado juntos. Han pasado algunos años desde que nos conocimos. Hemos estado más cerca o más lejos, aunque siempre unidos. Cada uno busca vivir lo mejor posible, cada cual está en sus cosas, pero siempre tendremos una Historia en común. Y para mi, sigue siendo fundamental veros. Ayer fue un día más en el que estuvimos compartiendo nuestro tiempo. Cada vez que lo hacemos se recarga mi alma como la batería de un móvil puesta en la corriente eléctrica.

Ahora, sentado en el sofá de mi casa, quiero dejar constancia escrita de lo importante que habeis sido y sois en mi vida.

Amigos, por los días que nos quedan por pasar juntos.