Son cosas mías...

jueves, 24 de marzo de 2011

DEVORANDO LA RUTINA


La comodidad de moverme únicamente por donde conozco, o el miedo a lo nuevo. La rutina como compañera de viaje alarga los días y los deja sin sentido. Como si supiera lo que va a ocurrir mañana, adelanto cada uno de los movimientos de la jugada. Después me extraño cuándo un momento del día me parece haberlo vivido ya antes. No me lo parece. Ya lo pensé ayer, imaginando por adelantado lo que el día me iba a deparar.

Me he propuesto darle esquinazo a lo previsto. No hacen falta GRANDES cambios. He descubierto que las pequeñas cosas pueden ser importantes. Sentarme en otro sofá. Comer en otro lado de la mesa. Recorrer otras calles para llegar a mi destino. Cepillarme los dientes en la cocina.. Y así cada cosa "tonta" que se me ocurre. Es interesante ver, como, con la práctica, cada día aparecen cosas nuevas.

A veces, salir de lo cotidiano me da pereza pero con este simple ejercicio, me descubro mucho más abierto a lo que surja. El "Dios proveera" de los creyentes. Hace un par de sábados disfruté de un almuerzo con unos amigos. Son los amigos con los que, a pesar de haber mucho aprecio, menos comparto dentro de la pandilla. Si tengo que llamar a alguien para una cerveza, seguramente no los llame a ellos, o si. Pero, finalmente, son amigos con los que me lo pasé muy bien. De esos momentos en los que te sientes a gusto. De los que te alegras de haber ido. Con abrazos apretados y besos en la cara. Fué un día extraordinariamente común, almorzar con amigos, y escandalosamente extraordinario.

Hasta aquí hemos llegado.


4 comentarios:

  1. Y tan sabio!A quien aprecia esas cosas "no grandes" seguro le aguarda una vida llena de detalles maravillosos. Como siempre¡genial!

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  2. Hola

    Somos del equipo de balonmano de El Viso. ¿Podrías añadirnos en los enlaces en tu página web?

    Nuestro blog es:
    www.balonmanoelviso.blogspot.com

    Gracias y enhorabuena por tu blog Domi.

    BALONMANO VISO

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  3. sencillo, claro y conciso: ¿para qué más?

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