Demasiado tiempo hablando de si eras capaz o no. Desde el principio te ha costado convencer al personal, que ha desmerecido tus victorias y te ha machacado sin piedad cuando, por cosas que tiene el fútbol, la jugada te salía mal. Cumpliste un gran sueño, entrenar a tu Sevilla, lástima que con el tiempo se convirtiera en pesadilla y, antes de que las quejas que se escuchan en Nervión, lleguen más arriba, te han dado la patada. ¡Adiós, Jiménez, hasta la vista! Aunque en esto de las rupturas, como en cualquier relación, las culpas que se reparten, son siempre cosa de dos. Como dice el refrán, “cada maestrillo tiene su librillo”. El problema, tocayo mío, es que daba la sensación de que el tuyo tenía solo dos páginas: que la coja Navas y al boleón. No existía ningún Anexo, nada de Nota del Autor, como no te saliera a la primera te caía un chaparrón y, calado hasta los huesos, te esforzabas en explicar, defendiendo tú sistema, intentado salpicar con un montón de excusas que no llegaron a esconder, que por mucho que queramos, el A no es igual que el B. Y ahora ha tocado marcharse, poner fin a este proyecto. No hubo lágrima en la despedida, como siempre le echaste huevos. Y ya que la cosa va de refranes, de frases que el pueblo creó, no me queda más que decir que “entre todos la mataron y ella sola se murió”.Como salvador del Betis llegaste en el `92. No faltó ni la película que mostrara la proeza y abrir un banco a última hora se convirtió en tu propia seña.¡Que actorazos, que gran producción! Nos quedamos boquiabiertos y pagamos el peaje, “hola, hola don Manuel” y por Europa de viaje. Ya por aquel entonces algunos locos lo anunciaban, que no todo lo que reluce es oro, que detrás te tanta alegría se escondía una gran mentira que algún día se sabría. Y después de mucho luchar, que larga se hace la espera, el día de la verdad está cada vez más cerca. Y no por ser deseado deja de ser penoso, que con el tiempo descubramos que eres un vil mentiroso que has hipotecado un sentimiento para llenar tus bolsillos. Y no lo digo yo, que soy un bético cualquiera, lo dicen unos peritos de los juzgados de El Prado, que ya van por 12 millones los euros que nos has robado. Tiempo al tiempo falso Mesías, ya se huele tu fin, no es mentira que “a cada cerdo le llega su San Martín”. Y con suerte ahora sueño y sin miedo a fracasar, que la temporada que viene nuestro Betis podrá jugar, sin dueño ni salvadores, con frescura y dignidad, en Primera o Segunda, en Tercera, ¡qué más da!, si el Betis es grande Manquepierda, pero viviendo en libertad.
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